“Todo ha cambiado y, sin embargo, soy más yo mismo que en cualquier otro momento de mi vida”.
I. Thomas
La última y nos vemos
Debí haberme dicho todo aquello hace mucho tiempo.
Lo cierto es que ahora nuestras conversaciones de yo a yo están muy vacías de ti.
Ojalá afirmar que he saciado mi sed de ti con vino, queso y muchos cigarros con risa.
Pero diría que soy más de beberme las ausencias a golpe de álfil:
moviéndome en la dirección más larga y a espalda descubierta.
Leyendo a Mario
He pensado tan fuerte que no vuelva a pasar
que se ha convertido en premonición.
He pedido tantas veces que se queden
que cada vez se han ido dando el portazo más fuerte.
Te reto
Lo fácil es quitarse la ropa.
Lo difícil es quitarse la máscara.
La piel es de quien la eriza.
El alma es de quien la besa.
Querida Yo
Querida Yo de 1995,
La que te espera. Escúchate. Aprende a quererte para saber querer.
Decide entre luchar con todas tus células o abandonar.
Aunque sea la peor elección, en ti no hay sitio para todos, solo para los mejores.
Los más valientes, los que no se rinden contigo cuando tú te das por imposible.
Suelta
Suelta.
Que la vida es un poco dejar ir.
Y nos duele más imaginar cómo será que como realmente será.
Leyendo a Màxim
Vuelvo a subirme en un autobús con destino felicidad esta vez.
Y vuelvo a pensar cuán diferentes son las sensaciones en cada viaje
pero siempre permanece ese pequeño nudo en el estómago. Esos nervios.
Padres, hijos, abuelos, amigos, parejas. Y yo.
Vivo en un segundo
Mira. No te voy a mentir.
Esta es probablemente la publicación más cutre de tu timeline.
Es que la vas a pasar de largo.
Es que te vas a pensar que un corazoncito rojo te va a dar derecho a saber cómo me ha ido el día.
Y a ladearme una sonrisa.
Es pero
A mí me han dicho ya demasiadas veces que me quieren, y mucho, pero.
Chicos, amigos, incluso familia.
Te quiero, pero… ¿Pero qué?
A mí si me vas a querer que sea bien y no tanto.
Y sin excusas, sin alegatos baratos ni muletillas que me inculpen de que hay algo roto.
Porque lo roto se arregla, no se tira.
Hyvää Joulua
Querido Papá Noel,
Este año no me he esforzado en ser muy buena. Me ha bastado con resucitar, con sobrevivir y con ir sumando días hasta 365. Empecé el año rodeada de hielo. Bajé de un avión y no reconocí la ciudad en la que había sido tan feliz, sepultada por la nieve y con 15 horas de noche al día. Algo me dijo que ya nada era igual, y aquel frío vacío se coló dentro de mí también.